La ciudad de Santiago está ubicada en el Vale de Maipo, de donde se ve la Cordillera de los Andes. Hay diversas atracciones en la capital chilena, como conocer los museos, iglesias y edificios del gobierno. La catedral Metropolitana de Santiago, localizada en la Plaza de Armas, tiene una riqueza de detalles impresionante y fue construida en 1748.

El Mercado Central es otro punto turístico imperdible y allá tú puedes comer la famosa centolla, un cangrejo  gigante que es uno de los platos típicos de Chile.  No dejes de visitar también el Cerro San Cristóbal, en el barrio Bellavista, que tiene un santuario en la cumbre y una linda vista panorámica de toda la ciudad. Entre los museos, se destacan el Museo La Chascona, donde vivió el  poeta chileno Pablo Neruda, y el Museo Nacional de Bellas Artes, uno de los más importantes del país.

Conocer las vinícolas de las cercanías de la capital es un bello paseo de auto. A 130 kilómetros de Santiago se encuentra el Valle de Colchagua, el mayor productor de vinos finos del país. La visita puede empezar en la ciudad de Santa Cruz, de donde parten los paseos para las principales vinícolas de la región. Otro paseo interesante es embarcar en el Tren del Vino, una locomotora a vapor que pasa por diversos viñedos locales.

Visitar la vinícola Concha y Toro también es un programa indispensable para quien tiene algunos días de sobra. Para llegar de auto, sigue por la Vicuña Mackena, una larga avenida que corta Santiago de Norte a Sur. La avenida pasa a llamarse Concha y Toro y después de algunos kilómetros tú ya consigues avistar las puertas de la vinícola. No olvídate de reservar un horario por el sitio para que tú no necesites enfrentar colas.